La hidroterapia se utiliza para estimular o reforzar los efectos curativos con agua fría, caliente o ambas. La estimulación alternante intensiva en la circulación sanguínea y la circulación linfática puede revitalizar las células, absorber los elementos efectivos del agua y al mismo tiempo llevar la energía térmica, la energía cinética y la energía radiactiva molecular a los tejidos más profundos.
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