La piscina perfecta no es ni demasiado caliente ni demasiado fría. Una temperatura cómoda y agradable de 77 a 85 grados brinda la experiencia óptima, pero dependiendo de dónde viva y cuál sea su clima, mantener una temperatura continua durante la temporada de verano, o incluso durante todo el año, probablemente requerirá calentar su piscina. El calentador de agua de la piscina son las soluciones de calefacción más comunes que le permiten extender su temporada de baño.
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